jueves, 12 de abril de 2012

Autobús del Imserso



Esto es un autobús repleto de viejos y viejitas, en un viaje del Imserso.
Una viejita le toca el hombro al chofer y le ofrece un buen puñado de cacahuetes sin cáscara. El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con agrado. Cinco minutos después la abuelita repite, el chofer vuelve a agradecerle el gesto y se come sus cacahuetes.
Cinco minutos más tarde viene el otro puñado. Al cabo de unos diez puñados, el chofer ya no puede más y le pregunta: Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de cacahuetes,pero usted no cree que a lo mejor a sus cuarenta amigos y amiguitas también les apetecerían unos pocos? A lo que responde la abuelita:
No joven, no tenemos dientes para masticar los conguitos, nosotros solo chupamos el chocolate que los recubre.

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