jueves, 31 de mayo de 2012

PAPELES MOJADOS

Os dejo una canción, y su letra sobre el drama de muchos inmigrantes.

Miles de sombras cada noche trae la marea
navegan cargaos de ilusiones
que en la orilla se quedan.

Historias del día a día
historias de buena gente
se juegan la vida cansados,
con hambre y un frío que pela.

Ahogan sus penas con una candela
ponte tu en su lugar
el miedo que sus ojos
reflejan la mar se echó a llorar.

Muchos no llegan
se hunden sus sueños
papeles mojaos, papeles sin dueños. (x2)

Frágiles recuerdos a la deriva
desgarran el alma
calaos hasta los huesos,
el agua los arrastra sin esperanza
la impotencia en sus gargantas
con sabor a sal
una bocaná de
aire les daba otra oportunidad.

Tanta injusticia me desespera
ponte tu en su lugar
el miedo que sus ojos
reflejan la mar se echó a llorar.

Muchos no llegan
se hunden sus sueños
papeles mojaos, papeles sin dueños. (x5)

Chambao

domingo, 27 de mayo de 2012

La Isla de los sentimientos

Hubo una vez, una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen.

Convivían por supuesto, el temor, la sabiduría, el amor, la angustia, la envidia, el odio…

Todos estaban allí.
A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible.

A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia lograba aquietar el Descontento.

Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión.

Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes.

Entonces el Conocimiento dijo:- Tengo una mala noticia que darles, la isla se hunde.

Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:-¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre!

El Conocimiento repitió:- La isla se hunde. -¡Pero no puede ser! ¡Quizá estás equivocado! – el Conocimiento casi nunca se equivoca – dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde. -¿Pero que vamos hacer ahora?- Se preguntaron los demás.

Entonces el Conocimiento contestó: -Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla…

Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella. -¿No podrías ayudarnos? – Preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad. – No- dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla mas cercana.

 Las emociones dijeron:- ¡No! ¡Pero, no! ¿Qué será de nosotras? Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y llevando de polizón al Miedo, que como no es tonto ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.

Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, en velero…Todas…salvo el Amor.

Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:- Dejar esta isla…después de todo lo que viví aquí…¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahh…compartimos tantas cosas…

Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos.

Tocó cada piedra…y acarició cada rama…

Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor. -Quizá la isla se hunda por un ratito…y después resurja…¿Por qué no?- Y se quedo días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible…

La isla se hundía cada vez mas…sin embargo el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que solo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería.

Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona mas alta…cualquier cosa era mejor que tener que irse.

Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él.

Así que, una vez mas, tocó las piedrecitas de la orilla…y se arrastró por la arena…y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que antes fue enorme…

Luego, sin darse demasiado cuenta de su renuncia, caminó hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que mas le gustaba, era la mas elevada…

Y la isla se hundía cada día un poco más…y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño…- después de tantas cosas que pasamos juntos- le reprochó a la isla.

Hasta que, finalmente sólo quedó una minúscula porción de suelo firme, el resto había sido tapado completamente por el agua.

Justo en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad.

Comprendió que, si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la tierra…

Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.

Ya no había posibilidad de construirse una salida como la de todos, había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco ante sus ojos.

Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.

Observando el mar, vio venir el barco de la riqueza y le hizo señas. La Riqueza se acercó un poquito a la bahía. –Riqueza, tu que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote…y la Riqueza le contesto:- estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento…-y siguió su camino sin mirar atrás.

El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención. El Amor se estiró un poco y gritó:- ¡Vanidad…Vanidad…llévame contigo! La Vanidad miró al Amor y le dijo:- me encantaría llevarte, pero…¡Tienes un aspecto!¡Estás tan desagradable! tan sucio y tan desaliñado, perdón pero creo que afearías mi barco- y se fue.

Y así el Amor pidió ayuda a cada una de las embarcaciones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio.

Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza. Tristeza, hermana- le dijo- tu que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo..¿Me llevarás contigo? Y la Tristeza le contestó: – Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaan triste…que prefiero estar sola- y sin decir más, se alejó.

Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer.

Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final… De pronto el Amor escuchó que alguien chistaba:- chst, chst, chst… Era un desconocido viejito que le hacía señales desde un bote de remos.

El Amor se sorprendió:- ¿A mi?- preguntó, llevándose una mano al pecho. –Si,si- dijo el viejito-, a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo.

El Amor le miró y quiso darle explicaciones:- Lo que pasó fue que yo me quedé…- Entiendo- dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.

El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla. No pasó mucho tiempo antes de ver como el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecía para siempre.

Nunca volverá a existir una isla como esta – murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza. – No- dijo el viejo, como esta, nunca.

Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo. Giró sobre sus pies para agradecerle al viejecito, pero este, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido.

Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:- ¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó… Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo ni siquiera se quien es…

La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo:- Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una perdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse.

El que te salvó, Amor, es el Tiempo

lunes, 14 de mayo de 2012

Reflexiones sobre la Sociedad en Red y Educación Social



¿Crees que algún día todo el mundo podrá acceder a la red?

Yo creo que cada vez vamos a estar tod@s más informatizados, y que cada vez va a ser mucho más difícil subsistir en esta sociedad siendo analfabetos tecnológicos.

Ya que hoy en día y cada vez más el uso de las nuevas tecnologías nos sirven para prácticamente TODO y a mi parecer cuánto más pase el tiempo, ya no solo será que tengamos la opción de hacer trámites o actividades por Internet, si no que va a ser obligatorio.

Pongo como ejemplo las becas de la UPO, el otro día fui a preguntar por una devolución de una beca y me dijeron que para realizarla, tenia que configurar mi carnet como electrónico, si no, no se podía.

Esta claro que todos estos ejemplos a los que me refiero, hablan de los países subdesarrollados, ya que no creo que como cuestionaba la pregunta, todo el mundo pueda tener acceso a la red.

Aunque yo sea una fanática de todo lo tecnológico reconozco que a veces envidio, por ejemplo a los aborígenes australianos, a los que creo que en su caso las Tics no les serían de ninguna ayuda.

También considero que en países más tercer tercermundista es mucho más importante que puedan tener salud que no estar comunicados.

Mi pregunta es: ¿ Creéis que llegará un momento en el que la tecnología se estancará y no se podrá innovar más?

Un saludo.

martes, 8 de mayo de 2012

La familía y el burro.




Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un asno, que decidieron viajar, trabajar y conocer mundo. Así se fueron los tres con su burro.Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba:- "Mira ese chico mal educado; él arriba del burro y los pobres padres, ya mayores, llevándolo de las riendas"
 
Entonces, la mujer dijo al marido:- "No permitamos que la gente hable mal del niño"El esposo lo bajó y se subió él. Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba:- "Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima".
 
Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente decía:- "Pobre hombre. Seguro que después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro. Y pobre hijo, qué vida le espera con esa madre! "
 
Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro para seguir con su peregrinaje. Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían:- "Madre de Dios, que son de bestias estos tres. Los tres encima del pobre animal. A partirle la columna! "
 
Finalmente, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro. Pero al pasar por el pueblo escucharon que la gente se reía:- "Mira a esos tres idiotas: van caminando, cuando tienen un burro que podría llevarlos"
 
Conclusión: no escuches demasiado lo que dice la gente, para que hagas lo que hagas, siempre te criticarán! De manera que elige tú mismo cuál es la decisión correcta, y una vez estés convencido, no te importe lo que puedan pensar los demás.
 
La familia del cuento al final decidieron continuar el viaje, subiendo un ratito cada uno a sobre el burro, y dejándolo descansar también de vez en cuando. Y cuando llegaban a un pueblo, ya podían decir lo que quisieran, porque ellos tenían claro de qué lo estaban haciendo bien